Galeria destinada a los 14 Incas del Imperio Incaico; segun las cronicas
de Inca Garcilaso de la Vega, con sus nombres en quechua, su
significado en español, periodo en el que gobernaron, la panaca a la que
pertenecieron y la dinastia.
LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO
MANCO CAPAC - MANKO QHAPAQ - Jefe Poderoso.
PERIODO: 1198 - 1228, PANACA: CHIMA PANACA, DINASTIA: HURIN
Personaje semilegendario, sobre el que giran dos leyendas, que lo
señalan como fundador del Imperio Incaico. Una indica que salio de las
espumosas aguas sel Lago Titicaca, junto con Mama Ocllo. Su padre el
Dios Sol, de dio una vara de oro, indicandole que donde se undiera
fundara el Imperio. En el cerro de Wanakauri se hundio la vara y fundo
la Ciudad del Qosqo. El Sol, su padre le encomendo la mision de enseñar a
los hombres los conocimientos propios del varon, necesarios para ser
utiles a la patria que fundaba.
Fue civilizador de las tribus salvajes que ocupaban el Qosco,
enseñandoles el cultivo del maiz y la papa y el cuidado de los animales
como la llama.
La otra leyenda cuenta que Manco Capac era uno de los cuatro hijos del
Dios Sol, que salieron de una colina a 25 km. del Qosco.
Los cuatro hermanos Ayar: Manko (Qhapaq), Ayar Kachi, Ayar Uchu y
Ayar Auqa, se casaron con cuatro hermanas: Mama Oqllo, Mama Huaqo, Mama
Qora y Mama Ruwa. La jefatura fue asumida por Manko Qhapaq. Ayar Uchu
quedo en el camino para servir al Sol, transformado en piedra en el
cerro Wanakauri.
Ayar Cachi, gran manejador de la honda, quedaria transfigurado en el
valle al hacer caer montañas con su honda, mientras Ayar Auqa, debia ser
un genio alado, tambien transformado en piedra y protector de la Ciudad
del Qosco a donde llegaria con Manko Qhapaq. Es considerado como Inka
perteneciente a la dinastia de los Urin Qosqo en la pleyade de los Inkas
Legendarios, cuyo origen se remonta en la leyenda y el mito. Goberno
entre 30 y 40 años.
LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO
SINCHI ROQA - SINCHI ROCA - Gerrero Magnífico.
PERIODO: 1228 - 1258, PANACA: RAURA PANACA, DINASTIA: HURIN
Sinchi Roca (Sinchi Ruq'a) fue el segundo gobernante del curacazgo
inca. Su nombre en quechua significa Guerrero magnífico. Se cree que su
gobierno empezó aproximadamente en el año 1230 y terminó aproximadamente
en el año 1260 de nuestra era.
Hijo legítimo de Manco Cápac y Mama Ocllo. Nació en Tampuquiro, parte
del reino de Pallata, uno de los muchos paraderos en los cuales sus
padres se detuvieron cuando iban en busca de un lugar fijo en el cual
establecerse. Su padre, por fines políticos lo casó con Mama Coca, hija
del señor del ayllu de Soña (lo que hoy es el barrio de San Sebastían,
en Cusco).
Cuando su padre murió portó orgulloso el Mascaipacha (corona real).
A pesar de sus habilidades como guerrero Sinchi Roca no pudo expandir
el pequeño dominio que su padre le había heredado, las etnias vecinas
mostraban rechazo a los incas pues los consideraban unos invasores
ocupando tierras ajenas y por ello atacaban constantemente al pequeño
señorío inca con intenciones de expulsarlos.
Sinchi Roca logró conseguir la amistad de algunos señoríos aledaños a
sus dominios, y más importante fue la amistad con el jefe de los
Ayamarcas, quien en un enfrentamiento previo a la tregua voló dos
dientes delanteros a Sinchi.
Sinchi Roca sólo pudo ser llamado eso: Sinchi, pues no pasaba de ser
un guerrero valiente, no logró expandir los dominios mas sí pudo
resistir a los constantes ataques y lograr paz con los Ayamarcas, en ese
entonces el reino más temido por los habitantes del valle del Cusco,
que no sólo eran los incas, sino muchos otros señoríos más.
Sinchi Roca había decidido que su hijo Manco Sacapa iba a heredar el
trono, sin embargo cambió de decisión por razones desconocidas,
otorgando el trono a Lloque Yupanqui.
Se desconoce las fechas exactas en que vivió y reinó Sinchi Roca pero
varían bastante entre los distintos historiadores. Según Sarmiento
(1572) nació en 548 y reinó entre 656 y 675 (superando los 100 años al
iniciar su reinado); según Cabello Balboa (1586) reinó entre 1006 y
1083; Otros hablan de 1062 a 1091 o 1178 y 1197.
Sus principales obras en favor del imperio son: Lazó vínculos de
amistad con el jefe de la etnia Saños. Lazó vínculos de amistad con el
jefe de la gran etnia Ayamarca. Resistió a los continuos ataques de
etnias enemigas.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Sinchi_Roca
LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO
LLOQE YUPANKI - LLOQUE YUPANQUI - Zurdo Memorable.
PERIODO: 1258 - 1288, PANACA: AWAYNI PANACA, DINASTIA: HURIN
Lloque Yupanqui (Lluq'i Yupanki) (en quechua: zurdo memorable) fue el
tercer gobernador del curacazgo inca; no logró casi ninguna expansión
territorial a lo largo de su gobierno pues las luchas constantes por la
permanencia en el valle del Cusco lo impedían. Tuvo como esposa a Mama
Cagua, hija del señor de Oma, un señorío a 11 kilómetros al sur de
Cusco.
Lloque Yupanqui no fue destinado originalmente a ser el sucesor de
Sinchi Roca, una misteriosa decisión de último momento lo hizo heredar
el trono. Tuvo como padres a Sinchi Roca y a su esposa Chimpo Urma
Lloque Yupanqui rompió las buenas relaciones que su padre había
conseguido con el poderosos señorío de Ayarmaca. Pese a tener un
peligroso enemigo (nuevamente los Ayarmaca) Lloque Yupanqui se vio
obligado a formar y mantener buenas relaciones diplomáticas con los
señoríos aledaños, cosa que hizo, y lo hizo hábilmente.
Durante su gobierno, el jefe-guerrero de Ayarmaca murió en combate
(parece que el combate no fue contra los incas) y Lloque Yupanqui,
aprovechando la situación logró vencer en algunas batallas a dicha etnia
librándose así de sus peligrosos ataques por muchos años. Durante la
anarquía del señorío de Ayarmaca, Lloque Yupanqui se hace amigo y aliado
de algunas ciudades ayamarcas, y provoca rivalidades en este gran
señorío.
Los laureles del gobierno de Lloque Yupanqui no se ven en expansiones
territoriales, sino en una época de relativa paz, donde mantiene buenas
diplomacias con otros señoríos y se libra temporalmente de los
Ayarmacas, que hasta ese momento siempre representaron una amenaza para
el señorío inca.
Murió en el Inticancha. Tras su muerte, a Lloque Yupanqui le sucedío su cuarto hijo: Mayta Cápac.
Como en todos los Sapas Incas de la hsitoria local, su existencia
esta puesta en duda, y también las fechas en que vivió y reino:
- Según Sarmiento(1572) afirma que nació en 654 y reino entre 675 y 786, es deicr, por 111 años.
- Según Cabello Balboa (1586) reino entre 1083 y 1161 (por 78 años).
- Según otras fuentes reino entre 1178 y 1197 (por 19 años).
- Otras fuentes hablan de 1091 a 1126.
Sus principales obras fueron:
- Forma buenas relaciones diplomáticas.
- Se deshace temporalmente de la amenaza que representaban los Ayamarcas.
- Logra expandir unos pocos kilómetros sus dominios, derrotando la ciudad ayamarca de Maras, de la cual no toma posesión.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Lloque_Yupanqui
LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO
MAYTA QHAPAQ - Donde está el Poderoso.
PERIODO: 1288 - 1318, PANACA: USCAMAYTA PANACA, DINASTIA: HURIN
Mayta Cápac (En quechua:Mayta Qhapaq que significa: ¿Y donde está tu
riqueza?) fue el cuarto gobernador del señorío inca, cuando Lloque
Yupanqui murió, Mayta Cápac era aún muy pequeño para asumir el poder,
así que su tío asumió el mando hasta que este fuese maduro.
Fue el cuarto hijo de Lloque Yupanqui, antes de que este gobernara,
la etnia Alcahuisa vio en la anarquíca sociedad inca una oportunidad
para liberarse, una noche atacaron por sorpresa el inticancha, en ese
entonces palacio del gobernante, Mayta Cápac logró escapar favorecido
por sus habilidades atléticas y después, la etnia inca combatiría a los
rebeldes de Alcahuisa.
Mayta Cápac se casó con Mama Tancaray, hija del curaca del señorío de Collagua.
La guerra contra la rebelde etnia de Alcahuisa continúo por un tiempo
prolongado, en tres batallas la victoria inca se acentuó tomando
prisionero al líder de la etnia rebelde y matándolo de hambre en un
sancayhuasi (cárcel).
Cuando Mayta Cápac fue lo suficientemente maduro para ser gobernador,
los incas ya representaban una preocupación para los Ayamarcas, quienes
en un siglo no pudieron expulsarlo del valle del Cusco.
Mayta Cápac cedió su gobierno a Tarco Huamán, quién recibió un golpe
de estado por parte de su primo casi inmediatamente de iniciado su
mandato.
Su principal obra fue el que derrotó a los rebeldes de Alcayhuasi.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Mayta_C%C3%A1pac
LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO
QHAPAQ YUPANKI - CAPAC YUPANQUI - Poderoso y Memorable.
PERIODO: 1318 - 1348, PANACA: APU MAYTA CAPAC PANACA, DINASTIA: HURIN
Cápac Yupanqui (Qhapaq Yupanki) fue el quinto gobernador del señorío
inca, entró al poder mediante un golpe de estado a su primo Tarco
Huamán. Cápac Yupanqui resultó ser un aguerrido gobernante, y también
muy maquiavélico.
Fue hijo de Curu Yaya, hermana de Mayta Cápac, primo de Tarco Huamán.
Para asegurar su trono mató a 9 hermanos de Tarco, a otros les hizo
jurar lealtad. Sin embargo fue más benevolente con Tarco Huamán pues
sólo lo mandó a gobernar a los conquistados señoríos de Anta y Cuyo.
Durante su reinado, derrotó a algunas pequeñas etnias como los
Cuntis, agregando de esta manera unos pocos kilómetros cuadrados a sus
dominios. La reputación del señorío inca iba creciendo, tanto así que el
señorío Quechua, de Abancay les envió dos embajadores a solicitar ayuda
para enfrentar al poderoso estado (casi imperio) Chanca. Cápac aceptó y
envió a su primo Tarco a capturar 1000 avecillas de la selva y del
altiplano para ser quemadas en rituales militares.
En el gobierno de Cápac Yupanqui el señorío inca seguía siendo
pequeño ante los Ayamarcas, y un diminuto señorío en comparación con el
poderoso estado Chanca.
El estado Chanca era ya temido por lo Ayamarcas (quienes se habían
recuperado de las guerras civiles que Lloque Yupanqui generó entre
ellos), y se proyectaba a la toma de toda la región Cusco, incluyendo a
los incas y ayamarcas. Por tal situación ambos buscaron una alianza, y
se reflejó cuando el rey de Ayamarca obsequió a Cápac Yupanqui una
esposa llamada Curi Hilpay.
Cápac Yupanqui nunca se enfrentó al poderoso estado Chanca, pues murió envenenado antes de que estos llegaran al Cusco.
Cusi Chimbo, una de las esposas de Cápac Yupanqui lo envenenó antes
de que este si quiera nombrase un sucesor. Esto, fue parte de un complot
que organizó Inca Roca, rey de la dinastía inca Hanan.
Sus principales obras fueron:
- Alianza con los Ayamarcas.
- Aportó unos pocos kilómetros al pequeño señorío inca.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1pac_Yupanqui
LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO
INKA ROQA - INCA ROCA - Inca Magnífico.
PERIODO: 1348 - 1378, PANACA: WIKAK'IRAW PANACA, DINASTIA: HANAN
A diferencia de Manco Cápac y sus sucesores, Inca Roca pertenecío a
la dinastía Hanan, la misma que gobernaba a los Taipicala, y restauró
una diarquía que consistía en dar el gobierno a la dinastía Hanan, y el
sacerdocio a la dinastía Hurin. Dicho cambio, obviamente sólo fue
posible con su golpe de estado.
Fue el primero en ser llamado inca (gobernador supremo, rey) Inca
Roca tuvo que abandonar el inticancha para vivir en su propio palacio y
dejar este templo a la dinastía Hurin, que desde entonces se encargaría
del sacerdocio. A partir de él, sus descendientes vivieron en su propio
palacio y ya no en el inticancha.
Atacó a las etnias de Masca, Cautomarca y Quiquijana, inclusive
venció a los Pinaguas definitivamente (fue una gran victoria tomando en
cuenta que los Pinagua eran la mitad del poderoso señorío de Ayarmaca).
A pesar de sus victorias, no ganaron mucho en territorio porque
solamente saqueaban ciudades y no pasaba mucho tiempo de que los
expulsasen de ellas.
Contrató a los ejércitos de las etnias de Canas y Canchis para
combatir a los Chancas, logró impedir su expansión por algún tiempo, lo
cual en realidad fue un error pues ellos querían atacar a los Ayamarcas y
no a los incas (todavía).
Dejó varias descendencias, pero el que le sucedería después de su muerte sería su hijo Yahuar Huáca.
fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Inca_Roca
LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO
YAWAR WAQAQ - YAHUAR HUACA - El Que Llora Sangre.
PERIODO: 1378 - 1408, PANACA: AWKAYLLI PANACA, DINASTIA: HANAN
Yahuar Huácac (Yawar Waqaq) (quechua: el que llora sangre), de
nacimiento Tito Cusi Hualpa, fue el séptimo jefe militar del curacazgo
inca y segundo registrado en llevar el título de inca.
Fue raptado por los Ayamarcas cuando era niño. Durante su cautiverio,
el rey ayamarco ordenó su ejecución. Cuando el niño se enteró, lloró
sangre (quizá fue a causa de conjuntivitis aguda). Sin embargo, el
gobernador ayamarco se compadeció de él. Un año más tarde fue liberado y
gobernó por poco tiempo.
Inca Roca tomó como esposa principal a Mamay Micay, ambos engendraron
a Tito Cusi Hualpa quién más tarde pasaría a ser llamado Yahuar Huacac.
Mama Micay pertenecía a la etnia de Huallacanes, fue ofrecida.
Después de llorar sangre y ser devuelto al Cusco, Tito Cusi Hualpa
pasó a llamarse Yahuar Huacac (el que llora sangre). Todo esos sucesos
ocurrieron durante el reinado de Inca Roca, como este no atacó a los
Ayarmacas sabemos que inclusive cuando estos perdieron a los Pinaguas
seguían siendo aún muy fuertes como para que los incas los invadan.
Siguiendo el ejemplo de su padre, Yahuar Huacac unió a su gobierno al
segundo hijo de la coya llamado Pahuac Gualpa Mayta pero el príncipe
murió poco después, víctima de las intrigas de una mujer del Inca que
deseaba ver a su propio hijo de corregente.
Cuando organizaba una expedición de conquista, los Cuntis se
rebelaron fastidiados por las mitas o trabajos para el Estado que los
incas les impusieron. Su sublevación fue un éxito rotundo, casi arrasan
con el Cuzco, y lo pudieron hacer, sin embargo una tempestuosa tormenta
les hizo pensar que se trataba de un mal presagio y decidieron huir.
La etnia rebelde, los Cuntis, atacaron su palacio, pero Yahuar Huacac
logró escapar al Inticancha, sin embargo los Cuntis ingresaron al
aposento y lo mataron junto a sus hermanos en la misma puerta del
templo. Los destrozos fueron enormes y el señorío inca estuvo a punto de
extinguirse. Felizmente (para los incas) cayó una tempestuosa tormenta
la cual fue tomada los Cuntis que era un mal presagio obligándolos
abandonar la ciudad. Yahuar Huacac no tuvo tiempo de elegir a su
sucesor.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Y%C3%A1huar_Hu%C3%A1cac
LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO
WIRAQOCHA INKA - WIRACOCHA INCA - HUIRACOCHA - Espuma de Mar.
PERIODO: 1408 - 1438, PANACA: SUQSU PANACA, DINASTIA: HANAN
Hatun Tópac , después llamado Huiracocha Inca (quechua:Wiraqucha
Inqa, 'el Inca de Huiracocha'), fue el octavo gobernante del señorío
inca. Tomó el nombre de Viracocha Inca porque aseguró haber tenido un
sueño divino con el dios Viracocha.
Durante su gobierno conquistó algunos señoríos, hizo algunas obras en
la capital (Cusco) y en las pocas provincias que habían. Aceptó la
rendición y entrega de Cuzco ante una embajada Chanca y escapó con sus
hijos preferidos, esposas y sirvientes.
Tras el asesinato de Yahuar Huácac fue difícil escoger a un heredero
pues muchos de sus hermanos e hijos fueron matados a su lado.
No fue hijo de Yahuar Huácac, sin embargo fue presentado como tal
porque pertenecía a la misma dinastía de su antecesor: los hanan.
Conquistó los señoríos de Yucay y Calca, ahí en Calca construyó su
propio palacio. Recibió ataques constantes de los Ayamarcas y
Guayamarcas que logró sofocar exitosamente.
Mejoró la agricultura y los abastecimientos incas. Amplió las
arboledas y la producción textil, implantó los tocapus (figuras
geométricas en la ropa de los nobles).
Viajó al reino Aimara dejando como inca ratin (vice-gobernante) a su
hijo preferido: Inca Urco. En Aimara, se hizo amigo de este y otros
señoríos, al retornar decidió vivir en su palacio de Calca para estar
permanentemente con Curi Chulpi, una esposa secundaria pero a quien
amaba fervientemente más que a ninguna otra.
Durante su gobierno, los poderosos Chancas le enviaron dos emisarios
pidiendo su rendición y entrega incondicional de sus dominios,
incluyendo Cusco, este aceptó y escapó a Chita junto a sus sirvientes,
esposas e hijos.
Tras su rendición e huida junto con su hijo Inca Urco, abandona al
Cusco generando incertidumbre y confusiones, su huida y rendición fueron
inesperadas. Sin embargo, Cusi Yupanqui (Pachacútec), su tercer hijo
hace un llamado general a las etnias vecinas, y tras conseguir aliados
combate y expulsa a los Chancas de Cusco, posteriormente mata a Inca
Urco por defensa propia, acto que causa el resentimiento en Huiracocha,
quién nunca más volvió al Cusco desde su huida.
Murió en el olvido, muy canoso (cosa poco común en los hombres de
etnia andina) y sofocado por la magnificencia de quién jamás nombró como
sucesor: Pachacútec.
Sus obras fueron:
- Mejoró la agricultura inca.
- Amplió las arboledas.
- Venció a los señoríos de Yucaya y Calca.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Huiracocha_Inca
LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO
PACHAKUTIQ - PACHACUTEC - Transformador de la Tierra.
PERIODO: 1438 - 1471, PANACA: HATUN AYLLU, DINASTIA: HANAN
Pachacútec (quechua: Pachakutiq; "El que cambia el rumbo de la
tierra") fue el noveno gobernante del estado Inca y quien lo convirtió
de un simple curacazgo a un gran imperio: el Tahuantinsuyo. Aunque no
había sido designado como sucesor por su padre Huiracocha Inca, dirigió
una defensa militar ante el belicoso ejército Chanca mientras que éste y
su hijo Inca Urco habían huido del señorío. La victoria sobre los
chancas hizo que wiracocha Inca lo reconociera como su sucesor alrededor
de 1438.
Como parte de su visión de estadista y caudillo guerrero conquistó
muchas etnias y estados, destacando su conquista del Collao que
acrecentó el prestigio de los incas y particularmente de Pachacútec,
quien por la notable expansión de sus dominios fue considerado un
excepcional líder, dando vida a historias épicas e himnos gloriosos en
tributo a sus hazañas. Numerosos curacas no dudaban en reconocer sus
destrezas e identificarlo como "hijo del Sol". Mientras aún vivía, su
hijo y sucesor Túpac Yupanqui derrotó al señorío Chimú y continuó con la
expansión del Tahuantinsuyo. Además de conquistador, guerrero y
emperador, diversas crónicas afirman que fue también un gran
administrador, planificador, filósofo, observador de la psicología
humana y carismático general.
Pachacútec es el primer inca del cual se encuentran referencias
históricas que corroboran su existencia, por cual es llamado reconocido
como el "primer inca histórico", sin embargo, la relevancia de su figura
y legado, así como el de su denominación, lleva a pensar a varios
estudiosos que tiene una importancia mucho mayor que la de solo un
personaje, llegando a representar el inicio de toda una época de
transición y reestructuración para la sociedad inca, etapa de cambios
que continuaría posterior a su muerte en 1488, por su hijo Túpac
Yupanqui y su nieto Huayna Cápac.
Origen
Nacido con el nombre de Cusi Yupanqui, fue hijo del inca Wiracocha y
de Mama Runto; siempre fue admirado por los nobles incas pues tenía la
valentía, inteligencia y madurez que tanto le hacía falta a su hermano
Inca Urco (quien había sido nombrado como sucesor de Viracocha Inca),
del mismo modo mostraba aptitudes para el gobierno y las conquistas, que
de igual modo carecía Inca Urco.
Repetidas veces fue recomendado a Huiracocha por los nobles como el
más capaz de sus hijos para tomar la mascaipacha cuando éste muriese,
pero según las crónicas Huiracocha se había encariñado tanto con Inca
Urco que siempre lo prefería ante cualquier otra persona.
Conflicto con los Chancas
Artículo principal: Guerra Inca-Chanca
Cuando los Chancas enviaron sus emisarios a Cusco, Viracocha Inca e
Inca Urco aceptaron la rendición e inmediatamente huyeron causando la
sorpresa en la etnia inca, siendo el salvador el príncipe Cusi Yupanqui.
Ante la anarquía, Cusi Yupanqui (nombre verdadero de Pachacútec)
solicitó en vano el regreso de su padre.
Ante la negación de Huiracocha, Pachacútec hizo un llamado general a
las etnias vecinas para resistir juntos a la amenaza Chanca, los Canas
fueron los únicos que se aliaron a los incas, los Ayamarcas también
fueron los únicos que se aliaron a los Chancas y las demás etnias
esperaron a ver quien se inclinaría hacia la victoria para unírseles.
La primera batalla fue en Cusco donde los soldados del ejército inca
vencieron favorecidos por las etnias espectadoras que se les unieron en
cuanto empezaron a ganar. Luego en Ichubamba la victoria Inca se
acentuó, dando origen a la leyenda de los soldados de piedra.
Una vez derrotados los Chancas, los incas alistaron las celebraciones
en Cusco a las cuales Huiracocha fue invitado por Pachacútec, sin
embargo Huiracocha se negó a menos que llevaran a Inca Urco a que reciba
los créditos por su co-reinado paralelo al ataque Chanca, obviamente
nadie quiso recibirlo. Motivado por la envidia, Urco organizó un pequeño
ejército y marcharon a Cusco para derrocar a Pachacútec, pero éste,
hábilmente preparado lo derrotó. Inca Urco fue descuartizado y sus
restos fueron arrojados a un río.
"...y los tales señores caciques se fueron de allí derechos donde
Viracocha Inca estaba y le dijeron cómo Inca Yupanqui los enviaba allí a
que viesen en qué era servido, que ellos le sirviesen; y como Virachoca
Inca los viese delante de sí y tan gran multitud de señores y de tanto
poder, holgose mucho de ello (...). Después de repartirles vasos de
chicha y porciones de coca, levantose en pie Viracocha Inca y
considerando que pues su hijo le enviaba aquellos señores y ellos tanto
le amaban y le querían por señor, que era justo que él asimismo en ello
les animase. Les hizo cierta oración, por la cual él de su parte les
agradecía lo que por él y por su hijo habían hecho, y que ya sabían
(...) que él hasta allí había sido señor del Cusco, y que se había
salido de él por causas que para ello le movieron; y que de allí en
adelante Inca Yupanqui, su hijo, había de ser Señor en la ciudad del
Cusco". Tomado de "Suma y narración de los Incas", cronista Juan de
Betanzos.
Ceñimiento de la mascaipacha
Al morir Inca Urco, Cusi Yupanqui fue el único candidato para asumir
el gobierno de la confederación cusqueña. Debido al clamor popular, se
iniciaron los preparativos para la ceremonia en la que el príncipe se
ceñiría la mascaipacha. A solicitud de Cusi, una comitiva de orejones se
dirigió a Calca en busca de Viracocha Inca para solicitar y rogar que
fuera al Cusco a entregar la mascaipacha al nuevo líder; de ese modo
enmendaría la deshonra de haber abandonado la capital en pleno conflicto
contra los Chancas.
Numerosas llamas cargadas de ofrendas comenzaron a llegar a la ciudad
del Cusco desde los poblados vecinos e, incluso, desde más lejos. Del
Anti se traían innumerables cestas de coca, hierbas y resinas
aromáticas; de los Yungas, por su parte, llegaban conchas utilizadas en
los sacrificios, así como pimientos y rocotos rojos que serían empleados
para sazonar el banquete real.
Conforme se aproximaba el día de la ceremonia, los curacas y nobles
confederados invitados hacían su ingreso en la capital con gran
fastuosidad rodeados por su séquito. Cada uno de los visitantes traía
hermosos regalos en señal de reconocimiento, entre los que podían
observarse vistosas andas, queros decorados, suaves mantas, metales
preciosos y exóticas plumerías.
Llegado el día esperado, después de que los sacerdotes encabezados
por el willac umu hicieran una serie de sacrificios y plegarias,
incluyendo la inmolación de niños como parte del ritual conocido como
Cápac Cocha, el propio Inca Viracocha procedió a colocar la borla real
en la cabeza del joven Cusi Yupanqui, nombrándolo de allí en adelante,
como Pachacútec Yupanqui Cápac Intichuri, es decir, "hijo del Sol que
transforma el mundo".
Una vez investido como Inca, Pachacútec determinó que fuera su padre
Huiracocha el primero en rendirle homenaje. Para ello el viejo Inca
debió beber una olla llena de chicha hasta dejarla vacía. Sin ninguna
objeción Huiracocha cumplió lo ordenado y, al terminar, se inclinó
pidiendo perdón por haber abandonado el Cusco en plena guerra.
Pachacútec, respetando siempre el rango del anciano y como hijo, lo
ayudó a incorporarse inmediatamente.
Gobierno (1438-1471)
Según la información recogida por varios cronistas, los historiadores
aceptan comúnmente que el gobierno de Pachacútec se inició alrededor
del año 1438 y terminó con su muerte alrededor del año 1471. Durante su
gobierno, consolidó el Curacazgo Inca frente a amenazas de pueblos
locales y lo transformó en el Tahuantinsuyo, iniciando una época
imperial para los incas. Realizó varias expediciones conquistadoras y
encargó otras a su hermano e hijo respectivamente. Por todo esto, su
gobierno es reconocido como uno de los más exitosos en la historia de la
América precolombina.
Inicio de la expansión imperial
Al igual que sus antecesores, la primera actividad que debió realizar
el nuevo Inca fue enfrentar una rebelión, esta vez organizada por los
descendientes ayarmacas de Tocay Cápac. Una encarnizada batalla se llevó
a cabo en Huanancancha, pero la superioridad del ejército inca dio la
victoria a Pachacútec, quien, decidido a aniquilar definitivamente a los
insurrectos, asoló los pueblos enemigos diezmando gran parte de su
población. Después de esta derrota, el peligroso curacazgo de los
ayarmacas no volvería a recuperar su antiguo poderío. El sinchi ayarmaca
fue conducido como prisionero al Cusco, donde pasó el resto de sus días
encerrado en prisión.
Durante los primeros meses de su gobierno Pachacútec tuvo que someter
a varios sinchis vecinos del Cusco: Páucar Ancho y Tocari Topa de
Ollantaytambo; Ascaguana y Urcocona de Huacara; y Alcapariguana de
Toguaro. A diferencia de las guerras realizadas en los reinados
anteriores, estas campañas militares representaban un verdadero esfuerzo
por consolidar una unidad territorial, un predominio de los cusqueños
sobre sus comarcanos. Las numerosas guerras que sostendría en el futuro
le permitirían adquirir una enorme extensión territorial.
Primera expedición conquistadora
Dominados los curacas vecinos, Pachacútec decidió organizar una
expedición hacia los antiguos territorios chancas. Al mando de más de
40.000 hombres, transportado en andas, el Inca se dirigió hacia el río
Apurímac. Al llegar a Curahuasi, a 26 leguas del Cusco, entregó una
palla del Cusco al jefe chanca Túpac Uasco. Con este acto Pachacútec
logró la adhesión del sinchi. La expedición continuó hacia Andahuaylas,
donde, tras una reunión del consejo de orejones, se resolvió avanzar
hacia el territorio de los soras. La resistencia ofrecida por los
sinchis Guacralla, de Soras, y Puxayco, de Chalco, fue desbaratada con
facilidad. Los soras y rucanas huyeron hacia las proximidades del río
Vilcas y se refugiaron en un peñón. Después de permanecer algún tiempo
en Soras, el Inca levantó su cuartel general y se desplazó hacia
Huamanga, conquistando todos los pueblos visitados en el trayecto. El
siguiente objetivo fue Vilcashuamán, un centro importante de la región;
cuando llegó a este lugar, Pachacútec mandó construir un Templo del Sol y
varias edificaciones. De esta manera el asentamiento se convirtió en un
importante centro administrativo.
Una vez dominada toda la región de los chancas y sus confederados, se
emprendió el regreso a tierras cusqueñas. Antes de llegar a la capital,
el Inca debió someter a los sinchis Ocacique y Otaguasi, señores del
pueblo de Acos, localizado a diez leguas del Cusco. Como represalia por
haber sido herido en la cabeza durante el enfrentamiento, Pachacútec
desterró a los sobrevivientes y los reubicó en los términos de Huamanga,
donde está hoy el pueblo de Acos.
Expedición hacia el Collasuyo
Pasaron aproximadamente diez años después de la coronación de
Pachacútec, cuando murió en su residencia de Calca el viejo Inca
Huiracocha. En honor a su rango, Pachacútec organizó un solemne
entierro. El cuerpo del Inca difunto fue paseado en andas por el Cusco
portando sus armas e insignias reales. El cortejo fúnebre se desplazaba
acompasado por el lento retumbar de los tambores, cuyo sonido marcaba el
paso de decenas de guerreros. Al poco tiempo, Pachacútec reinició su
campaña militar expansionista, enviando un grupo de soldados al mando de
Apo Conde Mayta hacia la frontera con los collas, poderoso grupo que
tenía como señor a Chuchi Cápac, también conocido como el Colla Cápac.
No tardó Pachacútec en unirse a estas tropas de avanzada, ingresando en
tierras enemigas hasta llegar al pie del Vilcanota.
Enterado el Colla Cápac de la incursión inca en sus territorios, se
dirigió con sus ejércitos al pueblo de Ayaviri para esperarlos. Al
llegar Pachacútec a esta localidad pudo comprobar que no se produciría
un sometimiento pacífico, por lo que se entabló una larga batalla. A
medida que la lucha se prolongaba temiendo ser derrotados, los collas se
replegaron hacia Pucará, hasta donde fueron perseguidos por los incas.
En Pucará se libró un segundo enfrentamiento del que no solamente
salieron victoriosos los cusqueños, sino que lograron tomar prisionero
al poderoso Colla Cápac. Una vez asegurado el triunfo, Pachacútec se
dirigió a Hatun Colla, morada del curaca derrotado, donde permaneció
hasta que todos los pueblos subordinados se acercaron a rendirle
obediencia. Tras pequeñas luchas con los pobladores de Juli y los
pacasas, Pachacútec consiguió dominar todo el Collao, dejando allí
guarniciones y un gobernador general. Su siguiente destino fue el
territorio de Condesuyos: sus conquistas le llevaron por Arequipa y
Camaná, y regresó al Cusco por Chumbivilcas.
Expediciones encargadas por Pachacútec
Posterior a la victoria frente a chancas y collas, las obligaciones
legislativas de Pachacútec lo retuvieron en el Cusco, por lo que tuvo
que encargar (y no dirigir más) las siguientes expediciones
conquistadores del Imperio Inca, mientras él se encargaba de la
remodelación del Cusco y la consolidación del gobierno imperial. La
primera de estas expediciones fue encargada a su hermano Cápac Yupanqui
hacia territorios del reino Chimú, y las demás a su hijo y sucesor Túpac
Yupanqui tanto al norte como al sur del imperio, con estas conquistas
el Tahuantinsuyo llegaría cerca su máxima expansión y mejor
consolidación, todo bajo el gobierno del noveno Sapa Inca: Pachacútec.
Consolidación imperial y renovación del Cusco
Al encargar las expediciones conquistadoras a su hijo y sucesor Túpac
Yupanqui, Pachacútec se encargó y continuó con las remodelaciones de la
capital del imperio: la ciudad del Cusco. Al haber aumentado la
población de la capital las demandas de viviendas, alimentos y
necesidades primarias también aumentaron, por lo cual Pachacútec
emprendió una serie de obras constructivas y agrícolas: la formación de
nuevos barrios, su distribución en solares y el levantamiento de nuevas
plazas y "canchas"; el Sapa Inca hizo despoblar varias áreas alrededor
del Cusco para que sean utilizadas como sementeras, reubicando a sus
ocupantes en zonas con clima similar. Del mismo modo, se intensificó la
producción agrícola gracias a la creación de canales en la ciudad del
Cusco, a la mejor distribución de aguas, a los nuevos sistemas de
almacenamiento y construcción de andenes.
Puede considerarse su primera gran obra arquitectónica la
reedificación del "Templo del Sol" o "Inticancha", la edificación
humilde de sus antepasados se transformó en un templo repleto de
riquezas, se refaccionó la estructura con bloques líticos obtenidos
desde las canteras de Sallu, a cinco leguas del Cusco; por toda la nueva
suntuosidad del palacio pasó a ser conocido como "Coricancha" (Templo
de oro).
"Y visto por él (Pachacútec) el sitio donde a él mejor le pareció que
la casa debía se edificada, mandó que allí fuese traído un cordel, y
siéndole traído, levantáronse del lugar donde estaban él y los suyos, y
siendo ya en el sitio donde había de ser la casa edificada, él mismo por
sus manos con el cordel midió y trazó la Casa del Sol; y habiéndola
trazado, partió de allí con los suyos y fue a un pueblo que dicen Sallu,
que es casi cinco leguas de esta ciudad, que es donde se sacan las
canteras, y midió las piedras para el edificio de esta casa, y así
medidas, de los pueblos comarcanos pusieron las piedras que les fue
señaladas y las que fueron bastantes para el edificio de esta casa (...)
así como el Inca Yupanqui la había trazado e imaginado". Tomado de
"Suma y narración de los Incas", cronista Juan de Betanzos.
Otro de los cambios más importantes realizados por Pachacútec fue la
división del creciente imperio en cuatro suyus, teniendo como centro la
ciudad del Cusco (ombligo del mundo); al este el Antisuyu, al oeste el
Contisuyu, al norte el Chinchaysuyu y al sur el Collasuyu.
Muerte y sucesión
Murió naturalmente en pleno apogeo del imperio, fue reconocido y
valorado como el más grande Sapa Inca por sus contribuciones a la
expansión y consolidación del naciente Imperio inca. Su momia fue
llevada en su tiana o asiento, cargada por los grandes señores hasta la
plaza Aucaypata, donde se le rindió homenaje. Las exequias reales se
iniciaron con el encuentro entre las momias de Pachacútec y Huiracocha
Inca, su padre. El fallecido soberano fue vestido con suntuosas mantas y
adornos de oro y plata, además de un tocado de plumas y un escudo de
armas. Finalmente su momia fue colocada en el centro de Tococache
(actual barrio de San Blas, en Cusco) en un templo dedicado al trueno
que él mismo mandó a edificar.
La sucesión en el mando del Imperio inca, fue asumida por su hijo,
Túpac Inca Yupanqui, con quien había co-gobernado durante los últimos
años y quien había demostrado una gran destreza guerrera y conquistadora
en las expediciones que Pachacútec le había encargado tanto hacia el
norte como hacia el sur del territorio imperial. De este modo, sin
ninguna objeción, Túpac Yupanqui se ceñiría la mascaipacha y asumiría
por completo el gobierno del Tahuantinsuyo, tras la muerte y exequias
reales de su padre.
Obras
Transformación del Reino a Imperio
Gracias a Pachacútec los dominios del incario dejaron de constituir un
simple reino para conformar el Tawantinsuyo, un Estado que logró dominar
y controlar política, militar y económicamente a otros estados y
cacicazgos ubicados en las proximidades de los Andes. Esta
transformación devino de las victorias obtenidas ante varios estados que
rodeaban inicialmente el reino inca: principalmente la confederación
Chanca y el señorío de los Ayamarca.
Sistema de mitimaes y quechuización
También se debió a Pachacútec la implantación del sistema de mitmakuna o
mitimaes -traslados- en todo el Tawantinsuyo. Éstos eran grupos humanos
desplazados por el Estado a cualquier punto conquistado por el incario a
fin de cumplir tareas específicas que vertebran y cohesionaran el
imperio. Los mitimaes colonizaban, llevaban consigo las técnicas y modos
de producción cusqueños, enseñaban las leyes y costumbres y divulgaban
la religión de los incas. También realizaban una labor de control de las
poblaciones recién incorporadas al Tawantinsuyo. Su función era de
producir los elementos básicos que cubriesen las necesidades de los
súbditos y la de reproducir los rasgos culturales con el objetivo de
quechuizar a los recién incorporados.
Arquitectura y urbanismo
Desde el punto de vista de los logros urbanísticos y arquitectónicos,
Pachacútec mandó canalizar los ríos Huatanay y Tullumayo, que
frecuentemente anegaba la ciudad del Sol, Cusco. Asimismo reedificó y
ornamentó con grandes riquezas el santuario del Inticancha o recinto del
Sol, cuyo nombre hizo cambiar por el de Coricancha, que significa
"recinto de oro". El primer emperador inca restauró el palacio de
Pomamarca o Ciudad del Puma, y el de Patallacta, donde falleció, en
Carmenca. Finalmente, planificó la construcción del templo-fortaleza de
Sacsayhuamán, ubicada al norte de la ciudad del Cusco, la misma que
empezó a levantar su hijo Túpac Yupanqui y concluyó su nieto Huayna
Cápac, padre de Huáscar y Atahualpa. Algunos historiadores le atribuyen
también el arregló del acllahuasi en Cusco, y la planificación y
construcción de la ciudadela de Machu Picchu.
Legado
La figura de Pachacútec, dada la implicancia y connotación de su
título en quechua: el que transforma el mundo, ha sido objeto de
innumerables discusiones de acuerdo a la visión mítica e idealista que
se tiene sobre él y la consolidación del Imperio inca, para la visión
andina.
Otros historiadores recalcan su figura histórica y tienden a
considerarlo como una de las principales figuras en el desarrollo de las
civilizaciones precolombinas, como por ejemplo diría de él el
historiador británico Sir Clement Markham: "Él más grande hombre que la
raza aborigen de América haya producido"; otros historiadores y
cronistas comparan su figura con la de un Carlomagno americano, haciendo
referencia a la expansión del Estado Inca y la consolidación del
imperio que logró; e incluso a la de Solón, recalcando los dotes de
legislador y estadista que se cuenta tuvo Pachacútec.
"Con sus medidas dio unidad geográfica e idiomática, iniciando la
uniformidad que permitió más tarde la formación del Perú actual". Tomado
de "Historia del Tahuantinsuyo", historiadora María Rostworowski.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Pachac%C3%BAtec
LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO
AMARU INKA YUPANKI - AMARU INCA YUPANQUI - Supremo Soberano Sagaz.
PANACA: CAPAC AYLLU, DINASTIA: HANAN
AMARU YUPANQUI: (Quechua: "Supremo Soberano Sagaz"), X Inca. Agobiado
por las fatigas de su largo reinado, Pachacútec asoció a sus tareas a
sus hijos Amaru Yupanqui y Túpac Yupanqui, a quienes distinguió por su
lealtad y su valor, respectivamente. Y, a su muerte, lo sucedió el
primero. Amaru en kechua es serpiente- boa- En aimara: prudente, sagaz,
artificioso. Amaru Inca Yupanqui, vendría a ser: "Supremo Soberano
Sagaz". Su corto gobierno fue agitado por el hambre y la peste; una
expedición enviada al Antisuyo logró el descubrimiento del río Amarumayo
(Madre de Dios), pero excitó la rebeldía de las collas; y sus
vacilaciones para enfrentar la guerra aconsejaron su deposición. La
debilidad de su carácter y la falta de dotes para el mando, cualidad
esencial en el Imperio, dio lugar a un golpe de Estado por el Cuerpo
Consultivo de Los Suyuyuc Apus proclamando en su reemplazo a su hermano
Tupác Yupanqui. A ella accedió el mismo Amaru Yupanqui, después de oír
al Huíllac-Umu y los orejones, y conservó una posición honrosa en el
Imperio. Por eso no dio origen a una Panaca, y su descendencia se unió a
la de Túpac Yupanqui, su hermano y sucesor; la memoria de su reinado
fue oscurecida en los fastos oficiales de los Incas; y en la Huaca de
Chacuaytapara, donde tuvo su jardín, sólo podían colocarse conchas como
ofrendas, y sin detenerse para practicar ante ella algún acto de
veneración.
Fuente: http://incasdeltahuantinsuyo.blogspot.com/2008/07/amaru-inca-yupanqui-1478.html
LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO
TUPAQ YUPANKI - TUPAC YUPANQUI - TUPAQ INKA YUPANKI - Luminoso y Memorable.
PERIODO: 1471-1493, PANACA: CAPAC AYLLU, DINASTIA: HANAN
Túpac Yupanqui (Tupaq Inka Yupanki) fue el décimo gobernador inca.
Sucesor de Pachacútec asumió el co-reinado a los 16 años, y
aproximadamente a los 30, cuando murió su padre se hizo cargo absoluto
del poder. Durante su co-gobierno y su gobierno empleó la mayor parte de
su tiempo en campañas bélicas de conquista. Lo llamaban el "Inca
viajero", por sus largas ausencias fuera de Cusco, inclusive hay una
teoría de que una de sus expediciones marítimas llegó a la Polinesia, en
Oceanía.
Tomó como esposa principal a su hermana paterna Mama Ocllo. Murió en
Chincheros, se dice que envenenado por su esposa Chuqui Ocllo.
Origen
Pachacútec escogió inicialmente a Amaru Inca Yupanqui como sucesor,
pero éste era muy pacífico y bondadoso, lo llamaban "el Bueno", se
cuenta que cuando lo mandaron (prácticamente obligaron) a combatir
contra los Guaraníes fue derrotado. Tales actitudes hicieron cambiar de
opinión a Pachacútec nombrando a su hijo: Túpac Yupanqui como su
sucesor. Cuando Pachacútec estaba ya muy anciano le dejó asumir casi
todo el poder (co-gobierno).
Conquistas
Por el Este, se dirigió al Chinchaysuyo para anexar más etnias. Por
el norte conquistó a los Chachapoyas, Huambos y Guayacondos. Se enfrentó
al Imperio Chimú que por su geografía y su amurallada ciudad capital:
Chan Chan iba Ante esta situación Túpac Yupanqui elaboró una certera
estrategia: secar el río Moche, principal proveedor de agua para Chan
Chan. Como la ciudad se encuentra en medio del desierto no tardó muchos
días en anunciar la rendición.
Después de esta primera expedición volvió al Cusco con un cargado
botín. Descansó ahí dos años, y enseguida salió nuevamente por el norte
anexando más etnias y derrotando otras que por su "salvajismo" no las
anexaría por no ser de interés. En las cercanías de Quito edificó la
fortaleza de Quinche, donde posteriormente algunos creen que habría
nacido su hijo Huayna Cápac.
Al volver a Cusco luego de 4 años, se le tentó comandar otra campaña
de conquista en el Norte, en el Golfo de Guayaquil, donde derrotó a los
Puná y a los Paches.
Por el sur, su mirada se dirigió al valle de Cañete y al señorío del
Huarco. Aliado con los poderosos chinchas, creyó que su victoria sería
segura pero los hechos le demostrarían lo contrario. Su campaña por esas
tierras, la más ardua que habría de luchar en su vida y que le sirvió
mucho en su desarrollo como guerrero, le tomó cerca de cinco años. Por
esto decidió apelar a otros recursos para conseguir la derrota
definitiva de tan recia gente. En efecto, mandó emisarios para señalarle
a los líderes de la región (encabezados por una fiera mujer guerrera)
que ambas naciones alcanzarían una alianza con el fin de mutuo beneficio
entre ambos, siendo que los del Huarco aportarían constantemente
alimentos y productos al Imperio mientras que los incas respetarían su
autonomía. Ante esto, grandes celebraciones se darían inicio y en plena
fiesta los soldados del joven Túpac Yupanqui irrumpirían contra las
principales posiciones defensivas para tomarlas. Esto lo conseguirían en
todos los reductos, salvo en la fortaleza de Ungará.
Aquí la lucha se hizo más dura y costó muchas vidas el tomarla.
Finalmente, viéndose rodeados y deseosos de salvar sus cuerpos de la
furia del príncipe imperial, los sobrevivientes se lanzaron desde lo
alto de la fortaleza en un salto que años más tarde emularía el famoso
Cahuide ante los españoles. A su llegada al lugar, Túpac Yupanqui,
congestionado por la irá, ordenó que todos los prisioneros fueran
ajusticiados y colgados de esos muros como escarmiento a todos los
pueblos que siguieran su ejemplo.
Teoría de una visita a la Polinesia
A partir de las crónicas realizadas por cronistas españoles Pedro
Sarmiento de Gamboa, Martín de Murúa y Miguel Cabello Valboa durante la
conquista; recogieron un relato sobre que, Túpac Yupanqui, estando en la
costa norte (en las islas Puná) habría tenido conocimiento de unas
islas lejanas, decidiendo ir en pos de ellas. Alistado una gran flota de
balsas, habría zarpado con 20,000 hombres, llegando a unas islas
llamadas Ninachumbi y Auachumbi; algunos historiadores postularían como
hipótesis de que estas islas serían verdaderas y estarían ubicadas en la
Polinesia.
Esta crónica dio pie, al historiador José Antonio del Busto, para la
formulación de una teoría sobre que esas dos islas serían Mangareva y
Rapa Nui, basándose en treinta pruebas que considera haber descubierto,
entre ellas el hecho que en Mangareva existe una leyenda sobre un rey
Tupa, que vino del este en balsas con velas, trayendo orfebrería,
cerámica y textilería y del que hasta hoy existe una danza. Un relato
similar existiría en las islas Marquesas. Además, agrega que el Ahu
Vinapu, en Rapa Nui, está construido en forma similar a las
construcciones incaicas del Cusco, y que el rey Tupa en Rapa Nui habría
tomado el nombre de Mahuna-te Ra'á, traducido como "hijo del sol" en
base a una leyenda rapa nui.[5] Retornó a los dos años trayendo consigo
gente negra, sillas de latón, pellejos y quijadas de caballos que fueron
conservadas en la fortaleza de Sacsayhuamán. Esta hipótesis es apoyada
por la travesía que hizo el explorador noruego Thor Heyerdahl,
denominada Kon-tiki en honor al dios de los incas, Wiracocha, el creador
del universo, pues Kon-tiki es una advocación del mismo.
"y andando Topa Inga Yupanqui conquistando la costa de Manta y la
isla de la Puná y Túmbez, aportaron allí unos mercaderes que habían
venido por la mar de hacia el poniente en balsas, navegando a la vela.
De los cuales se informó de la tierra de donde venían, que eran unas
islas, llamadas una Auachumbi y otra Niñachumbi, adonde había mucha
gente y oro. Y como Topa Inga era de ánimos y pensamientos altos y no se
contentaba con lo que en tierra había conquistado, determinó tentar la
feliz ventura que le ayudaba por la mar. Después de atisbar de cómo
Túpac Yupanqui se entero de la existencia de unas islas auachumbi y
ninachumbi, esto avisado y confirmado por un mercader llamado Autarqui.
Se determinó ir allá. Y para esto hizo una numerosísima cantidad de
balsas, en que embarcó más de veinte mil soldados escogidos. Navegó Topa
Inga y fue y descubrió las islas Auachumbi y Niñachumbi, y volvió de
allá, de donde trajo gente negra y mucho oro y una silla de latón y un
pellejo y quijadas de caballo. Hago instancia en esto, porque a los que
supieren algo de Indias les parecerá una caso extraño y dificultoso de
creer". Pedro Sarmiento de Gamboa
Expansión del imperio inca.
En 1471, con la muerte de Pachacútec, Túpac Yupanqui se hace del trono a
sus 30 años aproximadamente. En afanes de continuar la expansión del
imperio dirigió una campaña en el Antisuyo (región selvática). Con un
ejército dividido en 3 (uno de ellos comandado por su hermano Amaro
Yupanqui), anexaron a las tribus: Opotari, Manú y Yanasimi.
Conquistas al sur del imperio
Durante su reinado, se realizó una expedición que inició recorriendo
la meseta del Collao, Cochabamba y Tucumán. De Charcas se dirigió al sur
y conquistó a los diaguitas de los valles transversales y parte de los
picunches (grupo mapuche septentrional) que habitaban el Valle de Chile
(el actual valle del Aconcagua o el valle del Mapocho) y algunas
comarcas ubicadas al sur de él, fijándose así los límites del Imperio
Inca, en una zona que convencionalmente los historiadores y la
arqueología extienden hasta el río Maule. Tomó el camino de regreso por
la costa pasando por Pica, Huantajaya, Ariacca, Tácana y en Sama tomó
rumbo hacia el Cusco.
El cronista Pedro Cieza de León expresa que: "Caminó por toda la
provincia del Collao hasta salir de ella, envió sus mensajeros a todas
la naciones de las Charcas y Carangas y más gentes que hay en aquellas
tierras. De ella, unos le venían a servir y otros a darles guerra...
Yendo victorioso adelante de los Charcas, atravesó muchas tierras o
provincias y grandes despoblados de nieve hasta que llegó a lo que
llamamos Chile y señoreó y conquistó todas aquellas tierras, en los
cuales dicen llegaron hasta el río Maule. En lo de Chile, hizo algunos
edificios y tributáronle de aquellas comarcas mucho oro en tejuelos.
Dejó gobernadores y mitimaes y, puesto en orden lo que había ganado,
volvió al Cusco".
Encuentro Inca-Mapuche
Los incas llamaban promaucaes o purumaucas o purum aucca, a las
poblaciones que no estaban sometidas a su imperio. Los incas sometieron
algunos pueblos del Valle de Chile quienes les pagaron tributos.
El Inca Garcilaso de la Vega en su libro Comentarios Reales de los
Incas y el español Alonso de Ercilla en el poema épico La Araucana y
otros cronistas, relatan la expedición Inca hacia el río Maule y su
encuentro con los promaucaes. Este evento es conocido como Batalla del
Maule.[6] En esta campaña al sur se libró una guerra entre 20.000 incas
de Yupanqui y 20.000 mapuches, al sur del Maule. El subgrupo picunche
conocido como promaucaes por los españoles, enterados de la venida de
los Incas se aliaron con los subgrupos Antalli, Pincu y Cauqui. Los
incas enviaron parlamentarios para que reconozcan al Túpac Yupanqui como
soberano.
Los purumaucas decidieron dar batalla y se enfrentaron por tres días
con los incas. Durante el enfrentamiento hubo muchos muertos en ambos
bandos y ningún ejército vencedor. Al cuarto día decidieron no
enfrentarse. Los purumaucas se retiraron del campo de batalla cantando
victoria. Los incas evaluaron perseguirlos para continuar con la batalla
o asegurar lo que ya habían conquistado.
Finalmente deciden no continuar la conquista, sino fortalecer sus
posiciones, administrar los territorios conquistados y mejorar la
agricultura de sus nuevos vasallos para que sus vecinos aún no
conquistados notaran su progreso. Los nuevos pueblos vasallos aceptaron
de buen grado el dominio y obtuvieron ventajas de él.
...duró la batalla todo el día sin reconocerse ventaja, en que hubo
muchos muertos y heridos...El cuarto día...no salieron de sus
alojamientos...los Purumaucas...se volvieron a sus tierras, cantando
victoria...los Incas...resolvieron en volverse a lo que tenían ganado y
señalar el río Maulli por término de su Imperio y no pasar adelante en
su conquista hasta tener nueva orden de su Rey Inca Yupanqui...El Inca
les envió a mandar que no conquistasen más nuevas tierras, sino que
atendiesen con mucho cuidado en cultivar y beneficiar las que habían
ganado... Inca Garcilaso de la Vega. Comentarios Reales. Segunda parte.
Libro VII. Capítulos 18,19,20
El potente rey inca aventajado, en todas las antárticas regiones, fue
un señor en extremo aficionado, a ver y conquistar nuevas
naciones...*Los promaucaes de Maule, que supieron, el vano intento de
los incas vanos, al y paso y duro encuentro les salieron, no menos en
buen orden que lozanos; y las cosas de suerte sucedieron, que llegando
estas gentes a las manos, murieron infinitos orejones, perdiendo el
campo y todos los pendones. *... Los incas, que la fuerza conocían, que
en la provincia indómita se encierra, y cuán poco a los brazos ganarían,
llevada al cabo la empezada guerra; visto el errado intento que traían,
desamparando la ganada tierra, volvieron a los pueblos que dejaron,
donde por algún tiempo reposaron. Alonso de Ercilla. La Araucana. Canto
I.
Expediciones al sur del Maule
Datos aportados por crónicas españolas, tales como el Informe de
Miguel de Olaverría o el del padre Anello Oliva en su Historia del Perú
(publicada en una traducción al francés) indican que la expansión habría
llegado más al sur, o que posteriormente se habría producido una
hipotética última expansión o invasión más al sur hasta el río Biobío.
Miguel de Olaverría expresa que "conquistaron y subjetaron a todos los
indios que avia desde la Serena asta el gran río de Biobio como oy se ve
e aver llegado hasta el dicho rio por los fuertes que hicieron en el
cerro del Río Claro, donde pusieron y tuvieron frontera a los indios del
estado con quienes tuvieron muchas batallas" y el padre Anello Oliva
expresa que: Sometió hasta el valle de Arauco, donde pasó el invierno,
después de haber construido algunos fuertes. Sometió a continuación las
provincias de Chillhue y de Chillcaras. Sin embargo, en este aspecto hay
discusiones: como por ejemplo que Chillhue y Chillcaras, no son nombres
históricos reales, o que hay más de un río llamado Claro en Chile.
Un punto de vista minoritario que es sostenido por el historiador
José Antonio del Busto en su libro Túpac Yupanqui, postula que el inca
avanzó más allá del Maule y el Biobío, alcanzando hasta el Canal de
Chacao, observando desde la orilla la Isla de Chiloé, el "fin del mundo"
y, sin interés por conquistar esas tierras, regresó al gobierno del
Tahuantinsuyo, tras su larga ausencia.
Muerte
En Chincheros, Chuqui Ocllo, una de las esposas de Túpac Yupanqui lo
convenció de que su hijo Cápac Huari lo sucediera, sin embargo Túpac
Yupanqui cambió de opinión decidiéndose por Titu Cusi Yupanqui (Huayna
Cápac). Esto provocó la irá en Chuqui Ocllo quien envenenó a Túpac
Yupanqui aproximadamente en 1493.
Posteriormente en 1532, cuando el ejército de Atahualpa tomó la
ciudad de Cusco, las etnias que conformaban su ejército aún guardaban un
resentimiento inmenso a Túpac Yupanqui por haberlos conquistado. Estas
etnias quemaron su momia en Cusco bajo el mando de Quisquis.
Obras
- Derrota del Imperio Chimú.
- Profesionalización del Ejército inca.
- La mayor expansión del imperio.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/T%C3%BApac_Yupanqui
Huayna Cápac (quechua: Wayna Qhapaq, "rey joven") fue el undécimo y penúltimo gobernante del incanato.
Desarrollo
Fue el primer emperador inca (histórico) no cusqueño, ya que nació en
territorio ecuatoriano, en la actual ciudad de Cuenca (Tumibamba en ese
entonces), mientras su padre, el entonces emperador Túpac Yupanqui, se
encontraba de campaña militar en el actual austro de Ecuador. A su
temprana edad tuvo que afrontar dos serios problemas en su ascensión al
trono. El primero a causa de las intrigas de serrallo, propiamente de la
colla Chuqui Ocllo, que pretendía el trono para su hijo, Capac Huari,
que acabó con la muerte de la conspiradora y el apresamiento del joven.
Luego se le adjudicaría un Regente (una práctica ya usada en el pasado)
para que colabore con él en su formación como emperador Inca. Sin
embargo, pronto fue descubierta una trampa para el joven Huayna Capac,
planteada por su Regente y su primogénito, quienes trataron de huir pero
sin mayor éxito, siendo pronto ajusticiados gracias a la oportuna
llegada de su tío Huaman Achachi.
Con un inicio tan agitado empezó el gobierno del nuevo Inca, que
básicamente tuvo que dedicar todos sus esfuerzos a consolidar los
terrenos conquistados por su padre y sofocar las revueltas de provincias
levantiscas. Para esto, asumió el control político y religioso del
Imperio, desplazando a Apo Chalco Yupanqui, el vigente Villac Umo. Por
primera vez en la época imperial se concentraban todos los poderes en
una sola persona. Sin embargo, casi al final de su vida nombra un
pariente suyo, Cusi Túpac Yupanqui, como nuevo Sumo Sacerdote del Sol
(aparentemente éste es el Villac Umo que corona a Manco Inca y que lo
secundaría en sus guerras de reconquista como hábil estratega).
Sus campañas tenían la tendencia a dirigirse siempre hacia el norte.
Por un lado, la dura resistencia selvática (pobladores y la naturaleza
en sí) les bloqueaba el camino hacia el este, mientras que por el sur y
por el oeste ya estaba todo descubierto. Así, el único camino posible
era el norte, virtualmente inexplorado y a su vez zona altamente
inestable dada la gran belicosidad de sus naturales.
Origen
Nacido en Tomebamba (en la actual Cuenca, al sur de Ecuador), sus
primeros años estuvieron envueltos en una serie de hechos muy
particulares.
Debido al derecho incaico, tenía que ser reconocido como auqui
(príncipe) por las panacas reales del Cusco para poder ser Sapa Inca.
Para cumplir este indispensable requisito, Túpac Yupanqui, que se
hallaba en la conquista de Quito, se trasladó con la familia real al
Cusco. Se dice que a la vuelta de ambos Pachacútec seguía con vida y
salió al encuentro de ellos para conocer a su nieto. Parece que el
muchacho causó tan buena impresión al anciano y por ello éste pidió que
el menor dirija la carga del ejército incaico a la fortaleza de
Sacsayhuamán, un acto ritual. Se cuenta que el príncipe hizo tan bien la
faena que Pachacútec lo convirtió en su favorito y ello cimentó su
futuro encumbramiento como Inca.
Túpac Yupanqui habría nombrado como su sucesor a Capac Huari, pero
finalmente se habría decidido por Huayna Capac provocando así la ira de
Chuqui Ocllo, madre de Capac Huari. Este hecho parece haber sido el
detonante que impulsó a Chuqui Ocllo a envenenar a Túpac Yupanqui. Más
tarde ésta declaró que Túpac Inca había cambiado de opinión recién
cuando estaba moribundo y con la razón perdida.
Ante este hecho, Huaman Achachi, un general fiel a Túpac Yupanqui (y
hermano suyo) ocultó a Huayna Capac y después de muchos pleitos y la
enérgica protesta de Mama Ocllo (madre de Huayna Capac) condenaron a
Chuqui Ocllo y sus cómplices a la pena de muerte. En cuanto al pequeño
Capac Huari, no se le hizo ningún daño debido a su inocencia. Sin
embargo, se lo desterró a un lugar apartado bajo la vigilancia de
personas de la confianza de Huaman Achachi.
Huayna Cápac, ya declarado sucesor de Túpac Yupanqui, tuvo como
Regente a su tío Apo Huallpaya hasta que alcance su mayoría de edad. Más
tarde Apo Huallpaya propuso a su hijo al trono argumentando que Huayna
Cápac era incapaz para el cargo, Huamán Achachi supo que además Apo
Huallpaya tenía intenciones de matar al joven monarca. Apo Huallpaya y
su hijo fueron sentenciados a muerte por traición
Campañas iniciales
Entre las primeras se tiene su incursión al reino de los chachapoyas,
que se habían rebelado al poder imperial aprovechando la muerte de
Túpac Inca. El Inca se encontraba en los funerales de su madre cuando
tuvo noticia del alzamiento y dispuso marchar de inmediato a la región,
no sin antes pasar por pueblos históricamente ligados al origen del
Imperio, como el de los soras y el de los lucanas, donde fue muy bien
recibido. Más tarde marcha a Jauja, donde impartiría sabia justicia,
logrando mucha fama regional pese a su corta edad. Después de haber
estado en Yauyos, descansa en Cajamarca y se prepara para la larga
lucha.
Los primeros choques resultaron favorables a los chachapoyas, quienes
hacen retroceder varias veces al ejército imperial. Sin embargo, la
política incaica de renovar las tropas dio sus frutos, puesto que una
nueva oleada de gente fresca terminó por aplastar a los agotados pero
heroicos chachapoyas, quienes ofrecieron paz incondicional. Regresa al
Cusco y se encarga de visitar el extremo sur del Imperio (Tucumán,
Argentina y las provincias del Contisuyo), para luego volver a la
capital y de ahí emprender una rápida campaña a Cajamarca, llegando a la
región selvática de los Bracamoros, aunque fue repelido por los
naturales y por las condiciones geográficas y climáticas de la región.
Rehecho de su encuentro con los bracamoros, se dirigió a la región de
los paltas, que habían dado muerte a los embajadores que dejó su padre.
Enterados del arribo del Inca, enviaron espías disfrazados de
leñadores, sin embargo, la treta fue descubierta y los espías recibieron
castigo más que severo: los más acabaron asesinados, mientras que unos
cuantos regresaron con narices y orejas cortadas, mientras otros con los
ojos vaciados. Los paltas, ante esto, se rindieron. Finalmente arribará
a Quito, previa estadía en su natal Tumibamba (hoy Cuenca), y luego
emprenderá el viaje de regreso al Cusco, no sin antes dar permiso para
que construcciones de tipo palaciego se puedan levantar en la hoy
capital ecuatoriana.
Sus visitas al santuario de Pachacámac fueron constantes y varias
veces eran para ver la suerte que correría en una eventual campaña, como
la que desarrolló por la costa norte hasta Tumbes.
Rebeliones cerca a Quito y anexión de los Pastos (Sur de Colombia)
Para su visita al litoral emprendió marcha rumbo al santuario de
Pachacámac. Para esto recorrió los pueblos de los soras y lucanas, así
como la región de los belicosos huancas hasta llegar a la ruta de
Huarochirí, por la cual descendió hasta el valle limeño.
Llegado al Santuario, recibió buenos vaticinios acerca de su campaña
presente y la posterior, por lo que se dirigió a Tumbes, pasando por el
territorio que fuera del Gran Chimú. Para esto tomó varios años, dado
que a su paso fue construyendo canales y afirmando tierras de cultivo.
Llegado a la región norteña, se informó de la rebeldía del cacique
Tumbala, de la Isla Puná, y se dirigió hacia allá. El cacique consultó
pueblos vecinos por ayuda, pero como todos ya se habían sometido al
Inca, optó por una salida astuta. Fingió pasividad ante el Inca y cuando
sus tropas se retiraban en balsas, atacó a la mitad y en la refriega
cayeron muchos orejones. Huayna Capac, enterado de ello, montó en furia y
él mismo dirigió la carga sobre los punaeños, venciéndolos tras dura
lucha.
Campaña al Collasuyo
Artículo principal: Collasuyo
Más tarde, envió a su tío Huaman Achachi (quien lo salvó del complot
durante su infancia) a visitar las nuevas regiones conquistadas del
norte, mientras que él se dirigió al Collasuyo. Atravesando el Collao,
llegó a la región de los charcas y de ahí, por el Paso del Huasco, llegó
a Chile. Una vez ahí, retiró a los gobernantes dejados por su padre y
puso en su lugar a los descendientes de los antiguos caudillos
regionales, ganando el favor de la región entera. Finalmente regresó al
Cusco por Coquimbo, Copiapó, Atacama y nuevamente el Collasuyo. Sin
embargo, hallándose en Cochabamba, obtuvo preocupantes noticias del
Chinchaysuyo.
Huaina Cápac se dirigió a Chile Central en persona con un poderoso
ejército, sometiendo sefiitivamente de los valles desde el Río Aconcagua
hasta el Río Cachapoal.
Huacas y Pucarás en Collasuyo
Atribuibles a este monarca sería la serie de Pucará existentes en
Aconcagua, Mapocho y Maipo; en especial Chena, Angostura y Merchacas.
En cambio las construcciones de Catemu y Cerro Mauco, podrían pertenecer
al último tramo del reinado de Topa Inga Yupanqui, cuando el río
Aconcagua constituía la frontera austral del imperio.
Expansión hacia el sur en Collasuyo
La expansión hacia el sur fue continuada por Huaina Cápac, que
recorrió todo el territorio anexado, especialmente Quillota, Aconcagua y
Mapocho. En el Valle de Chile invistió como Curaca (su representante ) a
los jefes locales Michimalonco y Tangalonco, dejando en un segundo
plano al gobernador inca Quilicanta.[2] Probablemente este Inca organizó
definitivamente la extracción del tributo en oro de Marga Marga, que
debían enviar anualmente al Cuzco los curaca de Aconcagua, y la división
del señorío político del valle en dos mitades: valle superior e
inferior, quedando este último subordinado al primero.
Los cayambis y los caranguis habían intentado desconocer el poder
imperial y se levantaron contra el Inca. Huayna Capac recogió tropas en
la región de los collas y se dirigió con ellas a la capital para hacer
un último reclutamiento. Hecho esto, nombró generales a Auqui Toma
(Hanan Cusco) y a Michi (Hurin Cusco).
Indicios de decadencia
Preparados para la campaña al otro extremo del Imperio, se dirigió
con lo más selecto de sus tropas, contando entre ellas con la
colaboración de dos de sus hijos: Ninan Cuyuchi, un hábil guerrero, y un
joven pero experimentado Atahualpa. En el Cusco quedarían Huascar y los
pequeños Manco Inca y Paullu Inca.
Llegados a su natal y lejana Tumibamba, se levantó el palacio Mullu
Cancha, en el cual se ubicaría una estatua de oro de su madre Mama
Ocllo, que se dejaría al cuidado de la nación cañari. También se
construyó la Casa del Sol y la de Ticci Viracocha Pachacama. Finalmente
arribaría a Quito, desde donde despacharía emisarios para ordenar el
sometimiento pacífico de los rebeldes, obteniendo una respuesta hostil.
Es aquí que, reunido el Alto Mando, se decide lanzar una campaña a la
región de los Pastos (Pats Awá o "gente escorpión"), para lo cual se
designa capitanes del Collasuyo, quienes afirmaban ser los más capaces
para combatir en regiones como esa.
Aparentemente, la afirmación resultó cierta, puesto que la victoria
fue sumamente sencilla. Inmediatamente, a la llegada de la noche se
dispuso una celebración entre los soldados triunfantes y fue en ese
momento que el verdadero ejército de los Pastos cayó sobre los confiados
incas, destrozándolos casi por completo. Los pocos que salvaron la vida
se fueron replegando hasta que la guardia de los Orejones (que había
quedado rezagada) logró defender la retirada. Se dice que aquí se
lucieron tanto Ninan Cuyochi como Atahualpa.
Conocedor de los hechos, Huayna Capac decidió enviar esta vez al
grueso de su ejército, el cual sin problemas dominó la situación y
produjo gran mortandad entre los Pastos, no salvándose ni mujeres ni
niños. Dado que era época de lluvias, se replegaron todos a Tumibamba no
sin antes haber dejado tropas y representantes en la región.
Previo llamado de refuerzos, se dispuso el ataque a la región de los
caranguis. La rendición de la primera fortaleza se logró con muchos
apuros. Acto seguido, la mirada se dirigió al reducto principal de los
caranguis, en pleno corazón de sus dominios, que estaba defendido no
solo por los naturales, sino también por otabalos y cayambis, que les
prestaban apoyo. Justamente para evitar más adhesiones a estos, Huayna
Capac ordenó que sus principales jefes vayan por los alrededores
anunciando que el Inca iba a tomar represalias contra la nación que
apoyara de una forma u otra a los sitiados.
Cumplido el cometido, se lanzó el primer ataque a la fortaleza. Un
fracaso sonoro sacudiría los cimientos más profundos del Imperio en sí.
Se produjo, por primera vez en la historia, la caída del Inca. Su
litera, soportada por los Orejones, fue atacada por los cayambis y los
cusqueños cedieron, provocando que el Inca impacte duramente contra el
suelo. El desconcierto fue total y solo pudo salvar la vida Huayna Capac
al ser protegido por 3 de sus más fieles capitanes. Finalmente, los
Orejones también apoyarían y lograron poner a salvo al Inca.
Lo que siguió a estos hechos es notable por cuanto el Inca decidió
demostrar su enojo hacia sus capitanes y a sus nobles Orejones a través
de varias acciones, como disminuirles las raciones de comida o no
invitarlos a las fiestas en el campamento. Estos, al verse relegados
públicamente, tomaron la imagen del Sol y se dirigieron al Cusco, siendo
interceptados por mensajeros del Inca, a los cuales procedieron a
capturar. Un último enviado recibió por respuesta: "decid al Inga que su
poco apego y el hambre que nos apura nos hacen partir al Cusco".
Finalmente, Huayna Capac se dirige a los Orejones en persona y les
recrimina su actitud. Los Orejones de todas formas prosiguen su marcha
y, Huayna Capac en acto insólito, pide que se retire la estatua de su
madre, que se hallaba en el templo, para que la pongan frente a los
desertores. Hecho esto, una india cañari sale al camino y, haciendo como
si estuviera poseída por el espíritu de la Coya, les convence de
quedarse. Los Orejones contestan al Inca: "Queremos más ser vasallos
desfavorecidos que no hijos inovedientes". El Inca recurrio a este
artilugio para ganar tiempo y organizar un banquete para agasajar a sus
capitanes.
Éste hecho es explicado por una arraigada costumbre andina, basada en
la reciprocidad: todo Señor andino debía ofrecerles a sus súbditos
regalos y favores a cambio de su labor, y Huayna Capac estaba dejando de
lado esta obligación para con sus ejércitos, que estaban formados por
varios pequeños ejércitos al mando de señores de diversas grupos
étnicos. Estos formaban el corazón del Tahuantinsuyo. El Inca tuvo que
ofrecerles las acostumbradas ceremonias de petición de favores, para
lograr que sus ejércitos volvieran a su mando, antes de iniciar otro
ataque.
El ataque a la fortaleza se reanudaría con participación de los
Orejones', que pelearon tan bien que consiguieron ganar 4 de los 5 muros
de la misma. Sin embargo, la caída del hermano del Inca, Auqui Toma,
obligó a un replanteo de la situación. El mismo Huayna Capac encabezaría
las acciones.
El desenlace
Decidido a culminar aquella guerra, se pone al frente de una
división. La otra estaría comandada por el general Michi, del Hurin
Cusco (uno de los Orejones), y la última estaría compuesta por los
soldados del Chinchaysuyo. Estas dos estarían encargadas de atacar por
los flancos, a modo de sorpresa, mientras que la división principal
sería dirigida por el propio Inca y sería la que habría de llevar el
mayor peso en la contienda.
La batalla duraría varios días y, al cabo de un tiempo, el Inca daría
la orden de retirada. Sus tropas lo siguieron y tras ellos iban los
caranguis, que salieron de la fortaleza con el deseo de aplastar a los
incas definitivamente. Justo en ese momento, las tropas que debían
flanquear la fortaleza salieron de sus escondites respectivos y las tres
columnas atacaron la fortaleza de tal modo que la lograron ganar
completamente. Las represalias fueron, al estilo del Inca, muy severas.
Como dice el historiador Raúl Porras Barrenechea, Huayna Capac "deseaba
ser tan temido que de noche le soñaran los indios".
Como dato simbólico, se puede decir que Manco Inca reconoció en la
táctica que usó Hernando Pizarro contra él en la batalla de
Ollantaytambo la que su padre empleó muchos años antes en la tierra de
los caranguis. Conociendo bien los pasos a seguir, pudo defender bien la
fortaleza y anticipar los movimientos del corajudo capitán español.
Sin embargo, súbitamente el emperador caería presa de una extraña
enfermedad. A decir de Garcilaso, el Inca predijo la llegada de
misteriosos viajeros que arribarían vía marítima (relato que muestra
similitud con la historia chimú arribo de Naylamp en la costa norte
peruana). Lo cierto es que el Inca llegó a saber de las naves que
estaban explorando el litoral y que murió sin obtener una respuesta
certera sobre la identidad de los viajeros. Finalmente, también murió
sin dejar un claro indicio sobre su sucesión. El designado, de algún
modo, llegó a ser Ninan Cuyochi, un hijo bastardo con gran manejo de las
armas, pero que también moriría como su padre. Ante la gravedad de la
situación, surge la figura del hijo de la segunda Coya (la primera no
llegó a darle sucesión al Inca), Huascar Inca, quien se encargaría de
gobernar al Imperio los próximos años.
La figura de Huayna Capac se puede ubicar en la lista de los grandes
gobernantes del Imperio, junto a su padre y a su abuelo, mientras que su
hijo Huascar Inca representaría la decadencia. Sin embargo, lejos de
tanta felicidad, lo cierto es que el Imperio ya había empezado a rajarse
momentos antes de iniciarse el gobierno del joven Inca. El atentado de
su regente, así como las intrigas de serrallo, pasando por el
encumbramiento de las clases militares y terminando en el relajamiento
de la nobleza (los pobres trabajaban ya no solo para el Inca y el Sol,
sino que también debían trabajar para las familias de los que habían
sido incas), eran muestras de que algo ya andaba mal en un Imperio que
había crecido desmesuradamente rápido. Si bien Huayna Capac fue muy
querido por todos, cometió muchos errores. Tal vez el más grave haya
sido el encumbramiento de su ciudad natal, Tumibamba y el de Quito, que
terminó siendo uno de los puntos más fuertes para la rivalidad entre
ambas ciudades al llegar el reinado de Huascar Inca. Sin embargo, pese a
su relajamiento y a su apego por la bebida y las mujeres, no puede
negarse que mantuvo sólidamente unido al Imperio (a decir de un
conquistador español, "si la tierra no huviera estado dividida, si
Guaynacaba no huviera muerto, no la pudiéramos entrar ni ganar")
producto de una gran capacidad de liderazgo, gran voluntad y un
admirable arrojo.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Huayna_C%C3%A1pac
N
Huáscar fue el duodécimo emperador inca, uno de los doscientos hijos
de sangre de Huayna Cápac y uno de los terceros con acceso al trono.
Las versiones oficiales dicen que Huayna Cápac y su ya nombrado
sucesor (Ninan Cuyuchi) fallecieron en 1527 de viruela, cuya epidemia
empezaba a brotar por el Norte del imperio producto de la llegada de los
conquistadores españoles. Ante este hecho, escoger al nuevo Sapa Inca
se hacía difícil.
Finalmente se decidieron por Huáscar pues éste había sido nombrado
como incap rantin (vicegobernador) de Cusco por el mismo Huayna Cápac.
Muchos pretendieron el trono, entre ellos su hermano Atahualpa, quien
terminaría quitándoselo por las armas en 1532, apresándolo y
posteriormente acabando con su vida ya siendo cautivo de Francisco
Pizarro.
Huáscar había nacido en Huascarpata, y de allí su nombre. Fue
designado como sucesor por los orejones (nobles) de Cusco, mas no por su
propio padre quien falleció junto a su legítimo sucesor. En la decisión
tomada por los orejones tuvo influencia la experiencia que tenía
Huáscar en gobernar una importantísima ciudad como era Cuzco.
Durante el comienzo de su gobierno, todos lo reconocían como Zapa
Inca, nombrando a su hermano Atahualpa incap rantin (vicegobernador) de
Quito y su zona de influencia. Esta solicitud fue aceptada por Huáscar.
Muchos fueron los que pretendieron el trono de Huáscar, entre ellos
su hermano Cusi Atauche, quién con la ayuda de dos generales hermanos
suyos atacó al ejército de Huáscar. Este intento fracaso y Cusi Atauchi
fue sentenciado a muerte por traición.
Ante estos hechos Huáscar empezó a desconfiar de todos, en ocasiones
mató a sospechosos sin tener pruebas contundentes. Tal vez inclusive
sufrió de esquizofrenia.
Guerra contra Atahualpa
Artículo principal: Guerra de subversión inca
Su hermano Atahualpa tenía la ambición de apoderarse del imperio
inca, para lo cual organizó un numeroso ejército conformado por etnias
norteñas resentidas con los cusqueños por las matanzas que habían
llevado a cabo Huayna Cápac y Túpac Yupanqui cuando conquistaron esos
lugares.
Las primeras acciones bélicas se iniciaron cuando Atahualpa desobedeció la orden de Huáscar de ir a Cusco.
La primera batalla la ganó Huáscar con un ejército comandado por su hermano y general llamado Atoc.
Atahualpa aprovechó una tregua (en época de cosecha se supone que
ninguna etnia andina debe realizar campañas bélicas) y tomó algunas
ciudades norteñas. Poco a poco llegó a Cusco casi invicto y derrotó
finalmente a Huáscar.
Una vez tomado Cusco, Atahualpa intentó borrar cada rastro percibible
de Huáscar matando a sus familiares, sirvientes y simpatizantes. Y las
etnias norteñas que conformaban el ejército de Atahualpa intentaron
borrar todo rastro de Huayna Cápac y Túpac Yupanqui de quien inclusive
quemaron su momia.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Hu%C3%A1scar
LOS INCAS DEL IMPERIO INCAICO
ATAWALLPA - ATAHUALPA - Guerrero Valiente
PERIODO: 1532-1533, PANACA: HATUN AYLLU, DINASTIA: HANAN
Atahualpa (quechua: Ata-wallpa 'gallo') fue el decimotercero
gobernante inca, y aunque tuvo sucesores nombrados por los españoles es
considerado como el último emperador incaico. Nació en 1500; sin
embargo, el lugar de su nacimiento es aún incierto.
Cuando Huáscar se coronó en Cuzco como emperador le causó mucha
preocupación la simpatía de su hermano con el ejército, motivo por el
cual le ordenó que se presentara en Cuzco. Atahualpa, convencido por sus
generales de que si iba sería muerto, decidió organizar un ejército
norteño y se declaró Inca en la ciudad de Quito. De esta manera se dio
inicio a la famosa guerra civil inca.
Logró vencer a Huáscar en 1532 en Quipaypan, cerca de Cuzco, tras lo
cual Atahualpa se proclamó Inca o emperador, después de haber ganado la
guerra se dirigió de inmediato a Cajamarca para conocer a los españoles,
después de un inesperado ataque español fue hecho prisionero por
Francisco Pizarro. En prisión mantuvo algunos privilegios: se le
permitió seguir administrando el imperio, aprendió a leer y escribir,
también mantuvo una relación amistosa con Francisco Pizarro. A los pocos
meses fue acusado de traición por los españoles, lo acusaron de ocultar
un tesoro, conspiración contra la corona española y de matar a Huáscar.
Para su rescate fue obligado a pagar dos habitaciones llenas de plata y
una de oro, además de mujeres, entre ellas, su esposa Cuxirimay Ocllo
quien fue traída desde el Cuzco y entregada como esclava a Francisco
Pizarro. Aunque cumplió con su oferta, fue ejecutado de todas formas.
Escogió ser ahorcado después de bautizarse como cristiano; la otra
opción era morir quemado si no se bautizaba.
Origen polémico
Existen algunas dudas sobre el lugar de origen de Atahualpa. El
conquistador Pedro Cieza de León aseguró en una de sus crónicas haber
averiguado por las calles de Cuzco el origen de Atahualpa, según él los
orejones (nobles) cuzqueños le dijeron que Atahualpa fue mayor que
Huáscar y además cuzqueño como él. La mayoría de crónicas como las de
Santa Cruz Pachacuti y Bernabé Cobo aseguran que Atahualpa nació en
Cuzco, mientras que son pocos los que afirman un origen quiteño, entre
otros a fines del siglo XVI Diego Lobato de Sosa (nacido en 1536 de una
supuesta hermana de Atahualpa), y en el siglo XVII Pedro de Mercado y
Jacinto Collahuaso. El cuzqueño Inca Garcilaso de la Vega es el
principal cronista que presenta esta afirmación.
Existen fuentes, en su mayoría escritas a fines del s. XVI y mediados
del XVII, que respaldan su nacimiento en Tahuatinsuyu. El hecho de que
Túpac Yupanqui haya nacido en Vilcashuamán y su hijo Huayna Capác en
Tomebamba, parece indicar que Atahualpa muy bien pudo haber nacido en
Quito, como parte de una política expansionista del Imperio y como una
manera de reforzar una conquista de índole político-religiosa (Hugo
Burgos Guevara, El Guamán, el Puma y el Amaru). Lastimosamente, al
carecer los incas de escritura, nunca se sabrá el origen real de
Atahualpa, si bien parece ser actualmente irrelevante.
Otros cronistas relatan que vivió en Quito más de 10 años junto a su
padre Huayna Cápac, y que su madre era la princesa quiteña Paccha,
última Shyri de la dinastía de los Sushysela (Duchicela), su hermano
Ninan Cuyuchi, y el ejército inca (con sus más influyentes generales).
En lo que sí coincide la mayor parte de las crónicas de la época es
que Atahualpa estuvo con su padre en Cuzco durante su infancia y
juventud, recibiendo en esta ciudad la educación que en su condición de
noble le correspondía.
Los historiadores ecuatorianos tienen una opinión divida sobre el
lugar de nacimiento de Atahualpa, algunos dicen que fue en Quito y otros
en el Cuzco.
Los historiadores peruanos tienen la opinión de un origen cuzqueño.
Juventud
Cuando Atahualpa tenía 16 años de edad, su padre Huayna Cápac decidió
dejar Cuzco y marchar con él y con su hermano Ninan Cuyuchi hacia Quito
al mando de un gran ejército, dejando a su hijo Huáscar como incap
rantin (vicegobernador) de Cuzco.
En Quito, Huayna Cápac encargó a Atahualpa el mando de una campaña
militar para someter a los punaneños (del Golfo de Guayaquil) quienes se
negaban a pagar sus tributos.
Fue en esta permanencia de más de 10 años junto a su padre y a hábiles
generales como Chalcuchímac y Quisquis que Atahualpa aprendió el arte de
la administración y el gobierno; los cronistas lo describían
intelectualmente como alguien de "vivos razonamientos y con mucha
autoridad".
Entronización
Artículo principal: Guerra de subversión inca
Ahí permanecieron juntos por más de 10 años sofocando rebeliones o
conquistando nuevas tierras. En 1525 Huayna Cápac murió en Quito de una
extraña enfermedad, y lo mismo sucedió con Ninan Cuyuchi pero en
Tomebamba. La epidemia de viruela llegó también a Cuzco y mató a dos de
los cuatro correinantes de Cuzco, haciendo que Huáscar sea el preferido
de los cuzqueños para asumir el gobierno.
Tras ser nombrado emperador inca por los nobles cuzqueños Huáscar fue
víctima de un golpe de estado fallido. Esta acción hizo que reinara la
desconfianza en Huáscar, y esta desconfianza a su vez hizo que reinara
la antipatía de los nobles incas contra Huáscar.
Preocupado por la estrecha relación de Atahualpa y el poderoso
ejército norteño, Huáscar le ordenó que viniera a Cuzco, Atahualpa fue
convencido por los generales norteños de no ir ya que si lo hacía sería
ejecutado. No se sabe con certeza si fue por protección propia o por
ambición, pero Atahualpa organizó ejércitos para que tomaran Cuzco y
trajeran consigo a Huáscar.
Terminada la guerra Huáscar fue tomado prisionero por los generales
Quisquis y Chalcuchimac. Fue maltratado y traído descalzo hacia
Atahualpa. En 1533, cuando Atahualpa estaba preso, ordenó su ejecución
por temor a que los españoles le devolvieran el trono, es decir que no
llegaron nunca a verse las caras desde que se inició la guerra.
Se puede entender que Atahualpa prisionero mantenía cierto control
sobre el imperio, pues ordenó ejecutar a Huáscar y que se le traiga su
cráneo revestido de oro para ser usado como vasija. Tal acto sirvió de
excusa para acusarlo de fratricidio lo que, sumado a cargos de
idolatría, adulterio y otros, le significó una sentencia de muerte por
incineración.
La pena de incineración le fue sustituida por la de ahorcamiento,
tras ser bautizado bajo el rito católico. Antes, al ser apresado, había
echado al suelo una Biblia, pues no pudo escuchar en ella la "palabra de
Dios", como anunciara un sacerdote.
Captura
Artículo principal: Captura de Atahualpa
La embajada de Hernando de Soto
Terminada la contienda, Atahualpa se dirigió rápidamente hacia
Cajamarca, donde lo esperaban los españoles a quienes quería conocer.
Cuando Atahualpa se hallaba en Los baños del inca, a media legua de
Cajamarca, Francisco Pizarro envió a Hernando de Soto con 20 jinetes y
un intérprete hacia el inca para decirle que lo estaban esperando en
Cajamarca. Ahí, Atahualpa sorprendió a la embajada española, ya que
según cuentan, Atahualpa nunca se asustó de los caballos que se le
acercaron tanto que soplaron en su cara, sin embargo algunos soldados sí
se atemorizaron y fueron castigados severamente por ello. Atahualpa
confirmó que iría a Cajamarca al día siguiente.
Toma de Cajamarca
Al día siguiente los españoles se escondieron en los principales
edificios incas de la Plaza cajamarqueña y esperaron ansiosos. Unas
horas después vieron el fenomenal ingreso de Atahualpa, con un desfile
de 30.000 hombres, quienes estaban tan confiados que fueron desarmados.
Al entrar a la plaza el único español que le salió al encuentro fue el
fraile Vicente de Valverde, quien a través del intérprete Felipillo,
aunque otras fuentes dicen que fue Maritinillo o ambos, Valverde efectuó
el Requerimiento donde se le ordenó aceptar el cristianismo como
religión verdadera y someterse a la autoridad del rey Carlos I de España
y al papa Clemente VII. Acto seguido le entregó un misario y un anillo
como regalo, Atahualpa al ver que carecían de significado para él los
tiró al suelo; esta acción causó indignación en los españoles, quienes
inmediatamente rompieron el silencio al disparar su artillería y
fusiles. Los súbditos que cargaban el anda de Atahualpa fueron también
matados sin piedad, cuando algunos caían eran reemplazados de inmediato.
Al ver esta situación uno de los conquistadores intentó matar al inca
con un cuchillo, pero Francisco Pizarro lo impidió atajándolo (inclusive
se lastimó la mano al hacerlo) y ordenó que "nadie tocase al inca". La
matanza fue completa, más de 20.000 soldados incas murieron, y también
fue asesinado el señor de Chincha, amigo íntimo de Atahualpa.
Prisión
Como resultado Atahualpa fue apresado en un palacio de Cajamarca;
según Guaman Poma de Ayala estuvo sumergido en una época de depresión
porque le quitaron a su coya (mujer), su riqueza y su reino. Cuenta que
lloró, no comió mucho y dormía poco. En prisión Atahualpa organizó a
espaldas de los españoles dos ejércitos, uno bajo el mando de
Chalcuchímac para que fuese a Cajamarca a liberarlo y el otro bajo el
mando de Quisquis para que tomase Cuzco y eliminara cualquier vestigio
de Huáscar. Estando preso se hizo amigo de Pizarro, y le tuvo admiración
a Hernando Pizarro, de quien dijo era un gran señor. También jugaba
mucho a la "Taptana", un juego de mesa inca que algunos historiadores
confundieron con el ajedrez. Según crónicas, aprendió castellano en
veinte días.
Muerte
En prisión, Atahualpa ofreció a cambio de su liberación llenar dos
habitaciones de plata y una de oro "hasta donde alcanzara su mano", los
españoles aceptaron y de inmediato se mandó la orden a todo el imperio
inca de que enviasen la mayor cantidad posible de oro y plata hacia
Cajamarca. Después de cumplir su parte los españoles lo sentenciaron a
muerte por idolatría, fratricidio, poligamia, incesto y lo acusaron de
ocultar un tesoro.
Se le concedieron las dos últimas opciones: ser bautizado como
cristiano y luego ahorcado o ser quemado vivo. Al escoger la primera
opción fue bautizado con el nombre cristiano de Francisco. Se cree que
Francisco Pizarro lloró su muerte. (Pedro Pizarro narra en su crónica:
"yo vi llorar al Marqués").
Fue ejecutado el 26 de julio de 1533. La noticia de su muerte originó
una gran anarquía, muchas etnias dominadas por los incas se sublevaron e
intentaron recuperar su independencia.
Fue enterrado en la iglesia de Cajamarca pero unos días después su
cadáver desapareció misteriosamente; probablemente sus súbditos lo
rescataron para momificarlo y enterrarlo junto con sus antepasados.
Tras su muerte, muchos incas partidarios de Huáscar (como Manco Inca)
se unieron a los españoles para derrotar a Chalcuchimac, Quisquis y los
demás partidarios de Atahualpa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario